miércoles, 5 de marzo de 2014

CARTA DE PRESENTACIÓN

Bienvenidos a este blog:

Estaba deseando crear un espacio como este, para compartir mis ideas e inquietudes y transmitir noticias que puedan servir para enfocar los conflictos que día a día se nos pueden presentar.
 En primer lugar explicar un poco mi filosofía de trabajo. En este sentido, mi tarea consiste en ayudar a solucionar conflictos de la manera más rápida y menos gravosa para el cliente.
 Desde esta premisa, es fundamental conseguir un clima de confianza mutua con la persona que acude al despacho. Esta relación, debe estar cimentada, desde un principio, en la sinceridad y la honestidad.
  Quien necesita resolver un problema, debe comentar todos los detalles, para poder tener una visión real de la situación. Por otro lado, el profesional tiene la obligación de atender con todos los sentidos, hacer un estudio meticuloso y a conciencia de la situación planteada y poner sobre la mesa las posibles soluciones o maneras de resolver el conflicto.
  En mi opinión y salvo que el cliente tenga muy claro lo que quiere y que vía desea seguir, siempre hay que acudir a la negociación como herramienta que nos permita llegar a un acuerdo con la otra parte y poner fin al problema. Esta es mi primera apuesta por ser la más ágil, rápida y económica.
 Quizás sea más sencillo y a veces caemos en este error, acudir directamente a la vía judicial, por ser la más cómoda para el abogado. No ponemos solos ante el ordenador y comenzamos a redactar la demanda (escuchando la música que más nos gusta) y la enviamos al procurador de nuestra confianza para su presentación. Pero para la persona que acude a nuestro despacho (generalmente angustiada) no es lo ideal. Nunca sabemos cuantos meses, incluso años, vamos a tardar en poner fin a la controversia. Si aparte de los nuestros honorarios, el cliente va a tener que pagar los de la otra parte y las costas. En definitiva, la vía judicial tiene un alto precio tanto económico como,y lo que es más importante, emocional. Una vez inmersos no sabemos qué criterio, de todos los posibles, va a seguir el juzgador y cuando acabará todo. Siempre sobre la premisa de que más vale un buen acuerdo que un mejor juicio.
 Por otro lado, la comunicación con el cliente, debe ser constante, pues tiene todo el derecho a saber qué está pasando en cada momento. Si no puedo llevar más casos, aceptaré menos, pero los que tenga en marcha los debo atender como si fuera el único.
 Otra de mis preocupaciones fundamentales, a la hora de abrir el despacho, era contar con un equipo de especialistas que completen las lagunas de conocimientos que se nos planteen en una situación determinada y además que compartan con el cliente los principios de los que os hablaba más arriba (Sinceridad y honestidad). Aquí tenemos el honor de  contar con los mejores y más serios expertos en todo tipo de  peritaciones e informes (psicólogos, médicos, ingenieros técnicos, arquitectos, asesores fiscales, de empresas, inmobiliarios, etc...).
 Por último comentaros que la primera visita no la cobro e incluye un estudio del tema y el presupuesto. ¿quién da más?.

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